La devoción al gurú

Dios es Uno

y su nombre es verdad,

el creador inmanente,

carente de temor,

carente de hostilidad,

de forma inmortal,

no ha nacido,

autosustentador,

conocido por gracia del gurú"

Gurú Nanak

En punjabi, sikh significa "aprendiz", en el sentido de discípulo, pero también en sentido religioso. Un sikh es devoto de un solo Dios, Sat Gurú o "Maestro Verdadero" y aquel al que revela las enseñanzas a los gurues. Dentro de las tradiciones de la India, un gurú es un maestro espiritual, pero para los sikhs, éstos adquieren una importancia mucho más significativa, en tanto ponen de manifiesto la voluntad divina, como Sat Gurú y los diez constructores de la fe sikh, desde su fundador, Gurú Nanak (1469-1539) hasta Gurú Gobind Singh (1666-1708).

El texto sagrado, o Adi Granth (el "volumen original") fue escrito por el Gurú Granth Sahib, que fue le último de los gurúes, después de la muerte de Gobind Singh.

Según Rahit Maryada, un sikh es todo hombre o mujer cuya fe consiste creer en un solo dios, los diez gurúes y sus enseñanzas, el Adi Granth, tiene fe en el amrit del décimo gurú y no practica ninguna otra religión.

Amrit, significa el "nectar de la inmortalidad" y refiere al agua endulzada que se utilize en la ceremonia de iniciación en la comunidad sikh, la Khalsa. Ésta ceremonia fue instituída en 1699 en tiempos del Gurú Gobind Singh. Los miembros deben acoger ciertas reglas y se identifican hacia el exterior porque observan las cinco "kas":

  1. Kesh: el pelo sin cortar, como muestra de la aceptación de la voluntad de Dios

  2. Kangha: el peine, como señal de espiritualidad controlada

  3. Kirpan, la daga de acero, señal de determinación de defender lo verdadero

  4. Kara, el brazalete de acero usado en la muñeca como señal de unidad con Dios y la unión entre los gurúes

  5. Kachh, un prenda interior que simboliza la fuerza moral

El origen del sikhismo debe hallarse en el siglo XV de nuestra era, en el norte de la India a partir de las enseñanzas del Gurú Nanak. Corresponde ubicar en el momento una tensión entre hindúes y musulmanes en el que algunos, entre ellos el poeta Kabir y movimientos religiosos como los Vaishanavitas (seguidores de Vishnú) descubrieron el amor de Dios más allá de todo conflicto religioso. En este contexto, el Gurú Nanak observó que si no hay hindués ni musulmanes, cabría preguntarse cual es el sendero a seguir. La respuesta es: seguir el camino de Dios. Y así, fundó un movimiento de acuerdo a ésta consigna, dando importancia a la unidad absoluta y a la soberanía de Dios. Creía que Dios había creado todas las cosas y que todas las cosas dependen de la voluntad (kukam) de Dios. Dios no se hace manifiesto en el mundo (a diferencia de Vishnú y sus avatares) pero su voluntad puede conocerse a través de sus gurúes.

Es por esta razón que la meditación (nam simaran, o el recuerdo del nombre) es de la mayor importancia para los sikhs, especialmente con la conjunción con el mul mantra que forma parte de la oración de los sikhs al comienzo de cada día.

Los humanos están ligados por el karma la ley moral de causa y efecto, que se pone en acción con el renacer. Dios les confiere auxilio (gracia, prasad) para moverse en cinco estadios desde ser un inepto mammukh, hasta llegar a consagrarse al gurú y ser absorbido en él, o gurmukh. El manmukh comete cinco males mortales, similares a los cinco pecados capitales de los cristianos y se pierde en maya que para los sikhs, significa el error de dar la mayor importancia a las cosas materiales en la vida que a lo espiritual. Cabe señalarse que el concepto sikh de maya es diferente al del hinduismo, no es "apariencia" sino el poder de Dios de hacer aparecer el universo. El último estadio es el de la suprema bendición o sachkand, que está más allá de las palabras y más allá del renacimiento